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5 pasos para desarrollar una estrategia de employer branding efectiva

16 Enero 2020

El employer branding es un componente clave en toda estrategia de atracción y retención de talento de recursos humanos. Tener una marca empleadora definida puede ayudarte tanto a atraer a los mejores empleados como a retener y a motivar a los actuales.

Cuidar la imagen para extender la marca empleadora corporativa se ha convertido en toda una tendencia, ya que el empleado contemporáneo se fija cada vez menos en el dinero y, en su lugar, tiene en cuenta cuestiones como la imagen de la empresa, el buen ambiente en la oficina, los beneficios sociales o la conciliación.

Otro factor clave que pone de relieve la importancia del employer branding es la digitalización. Esto significa que los empleados, cada vez más abiertos a cambiar de empleo, tienen a mano herramientas digitales para buscar trabajo.

Este hecho es evidente: el 86 % de los empleados afirma acudir a las webs corporativas para acceder a la información de una empresa, mientras que los portales de empleo son el recurso que usa un 53 % de los candidatos, quienes también se sirven de las redes sociales en un 30 %1.

La competencia por atraer y retener el talento es, debido a estas cuestiones, mayor que nunca. Por eso, no es raro que cada vez más empresas se esfuercen por mostrar una buena marca empleadora.

Para conseguir un employer branding eficaz, es conveniente seguir estos pasos:

 

1. Define tus objetivos de employer branding

Cuando se plantea a la gerencia la posibilidad de implementar nuevas iniciativas o un cambio estrategia de RR. HH., surge la inevitable pregunta desde la dirección de la empresa: ¿para qué?.

Si bien el employer branding tiene unos objetivos claros —atraer y retener el talento—, cabe señalar que su aplicación se puede enfocar desde diferentes perspectivas para llegar a metas tan diversas como las siguientes:

  • Aumentar el atractivo de la empresa en el mercado laboral.
  • Asociar la imagen de marca de la empresa con sus valores.
  • Conseguir empleados mejor cualificados.
  • Incrementar el compromiso del candidato.
  • Expandir la marca empleadora.
  • Generar confianza.

Entonces, tener bien claro qué se pretende conseguir con el employer branding es el primer paso para desarrollar esta estrategia con éxito. Determinar cuáles son los objetivos de employer branding es el primer gran paso que dar.

 

2. Identifica a tu público objetivo

El siguiente paso para lograr que nuestro employer branding sea eficiente es definir a quién va dirigida la estrategia de marca empleadora.

Hablamos de una fase crucial, ya que si no sabemos quién es el empleado ideal al quien nos dirigimos, no seremos capaces de llegar al talento que queremos retener o atraer.

En el caso de la atracción, esta cuestión es básica, porque el abanico de perfiles de empleados es tan amplio que es necesario acotar al máximo los que necesitamos.

Para definir al empleado objetivo, también llamado candidate persona, necesitaremos determinar cuestiones fundamentales como:

  • Aspectos biográficos. Se trata de responder a esta pregunta: ¿quién es tu candidate persona?. En esta fase se incluye todo aquello relacionado con la situación personal del empleado, como la edad, formación, experiencia, salario, posición social, etc.

  • Objetivos personales. Buscamos a alguien que priorice los objetivos profesionales o que quiera satisfacer sus metas personales, pero también hay que considerar por qué cambiaría de trabajo.

  • Comportamiento en la búsqueda de empleo. ¿El candidate persona busca trabajo de forma activa? ¿Lo hace a través de plataformas digitales? En este caso, ¿utiliza redes sociales o portales de búsqueda empleo?

  • Motivación. ¿Qué le motiva? ¿Los valores, la cultura corporativa, la reputación de la firma, el salario, los beneficios o el ambiente laboral?

  • Habilidades. Tenemos que definir las áreas donde queramos que el trabajador tenga más conocimiento y experiencia.

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3. Define la propuesta de valor al empleado

A continuación, es necesario transmitir la propuesta de valor al empleado. Saber cuáles son los puntos fuertes de tu empresa es un primer paso para transmitir la PVE a la plantilla actual y a los futuros candidatos. Nos referimos al mensaje que queremos transmitir desde nuestra marca empleadora y a cómo queremos empatizar con el talento.

En general, hay cuatro áreas principales en toda propuesta de valor al empleado:

  • Compensación. Cuestiones como la satisfacción salarial, el sistema de compensación, la posibilidad de ascensos o la equidad laboral.

  • Beneficios. Todos aquellos beneficios extrasalariales como las vacaciones, seguros médicos, formación y flexibilidad laboral.

  • Ambiente laboral. Aquí se incluye el reconocimiento al empleado, la autonomía, los desafíos profesionales o la conciliación.

  • Cultura corporativa. Las metas y los principios de la compañía, la confianza mutua entre los empleados y la directiva, el espíritu de colaboración o el trabajo en equipo.

 

4. Establece los canales para promover tu marca empleadora

Una vez definidos los objetivos (¿qué pretendemos conseguir?), el candidate persona (¿a quién nos dirigimos?) y la propuesta de valor al empleado (¿qué mensaje queremos transmitir como empresa?), lo siguiente sería elegir el medio por el que queremos transmitir nuestro employer branding.

Gracias a la digitalización, existen actualmente numerosos canales con los que podemos promocionar nuestra marca empleadora:

  • Redes sociales.
  • Portales de empleo.
  • Boca a boca, es decir, a través de otros empleados.
  • Talleres o conferencias.
  • Anuncios de ofertas de empleo.
  • Inbound recruiting.

 

5. Evalúa el éxito de tu estrategia

Por último, no hay que olvidar revisar y evaluar periódicamente los efectos de la estrategia de employer branding elegida con el fin de prevenir fallos y de optimizar aún más nuestra marca empleadora.

Teniendo como principales referentes los objetivos establecidos en el primer paso, podremos medir el éxito de nuestro employer branding.