Compensación y beneficios a empleados: Un “must have” de las políticas de retribución

Este giro a la hora de diseñar condiciones laborales, tiene como punto de partida la Teoría de los dos factores, de la que es responsable Frederick Herzberg, uno de los principales psicólogos del siglo XX. Según Herzberg, a partir de un salario adecuado, un aumento de sueldo no produce más motivación en el trabajador.

Y es precisamente así cómo nace el salario emocional y entran en juego otro tipo de retribuciones no económicas: los programas de compensación y beneficios a empleados que analizaremos en este post. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué es importante contar con un plan de compensación y beneficios en tu empresa?

Como ya sabes, la compensación laboral y beneficios son valores añadidos que se suman al salario de un trabajador y que pueden ser percibidos de forma dineraria (bonificaciones e incentivos) o en especie, donde se enmarcarían los beneficios sociales y la Retribución Flexible.

Pero la verdadera importancia de los planes de compensación reside en el impacto que generan en la experiencia de empleado, en su satisfacción y engagement y por tanto, en la retención del talento. Por este motivo, se han convertido en un “must have” de las políticas retributivas.

Como ves, los sistemas de compensación y beneficios tienen un impacto positivo tanto para el trabajador como para la empresa.

• Por un lado, mejoran la conciliación laboral y familiar, así como el bienestar del empleado.

• Por otra parte, aumentan su satisfacción con el puesto de trabajo y fortalecen su sentimiento de pertenencia a la compañía aumentando su productividad y rendimiento. Desde la perspectiva de la empresa, podrás ver los efectos en una reducción del absentismo, en la mejora de tu employer branding, y en definitiva, en la atracción y retención de personal cualificado evitando así los costes de reclutamiento y contratación.

¿Sabes qué solo 1 de cada 4 empresas ofrece políticas retributivas personalizadas a sus empleados?

Si quieres dar un paso más en la política de compensación y beneficios de tu empresa, te asesoramos sobre las opciones que mejor se adaptan a tus necesidades.

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Qué tipos de compensación y beneficios puedes ofrecer a tus empleados

Ahora que sabemos por qué es importante contar con un plan de compensación y beneficios, hay que hacer hincapié en esta tarea requiere estudiar a fondo las necesidades generales y concretas de tus empleados, que pueden variar según su situación personal y familiar, su experiencia laboral y su edad. Por ello debes tener muy en cuenta cuál es el reparto generacional de tu plantilla y entender qué palancas son más valoradas por ellos.

Si necesitas más información sobre este punto, puedes consultar nuestro estudio El Mix Generacional de las empresas españolas, que profundiza en las diferencias de cada grupo de edad.

De todos modos, y aunque debas hacer un trabajo más profundo de análisis, hay tres grandes áreas donde debes poner el foco a la hora de planificar tu estrategia de compensación y beneficios, que debe basarse en el concepto de compensación total y que incluye tres factores esenciales: compensación dineraria, compensación emocional y compensación en especie.

Compensación dineraria

La compensación dineraria incide directamente sobre los presupuestos de la empresa e incluye aspectos como el salario mensual de cada empleado, las pagas de beneficios, pagas extra, comisiones por ventas, primas por objetivos, bonificaciones por antigüedad, así como una estructura salarial justa y equitativa.

En este punto deberás mantener un equilibrio entre la línea presupuestaria de la empresa y las tendencias salariales del mercado por perfil profesional y sector. Debes tener muy en cuenta estos factores para ofrecer una compensación dineraria correcta y en línea con el mercado, ya que el salario sigue siendo la principal motivación para los grupos de todas las edades, salvo la Generación Z, que coloca el salario dinerario en segundo lugar, por detrás de las políticas de conciliación¹.