La formación en la empresa: ¿una oportunidad o una necesidad?
27 Enero 2025
En un mundo laboral que evoluciona a pasos agigantados, la formación se ha convertido en un tema central para empresas y empleados por igual. Nuevas tecnologías, el uso de la IA, cambios en los modelos de trabajo y expectativas en constante transformación han puesto de manifiesto una realidad incuestionable: el aprendizaje continuo ya no es un lujo, es una necesidad.
Pero, ¿qué significa esto realmente para los responsables de Recursos Humanos y los líderes de equipos? ¿Es la formación una oportunidad para los empleados o una necesidad estratégica para las empresas? Sigue leyendo y lleguemos juntos a una conclusión.
Formación: ¿es tan importante?
Imagina que cada miembro de tu equipo tiene las herramientas y conocimientos necesarios para emprender los proyectos que se han propuesto, abordar los retos con confianza y aportar ideas innovadoras. Pues esto no es un sueño inalcanzable; es el impacto real que puede tener un programa de formación bien diseñado.
Ciertamente, desde la perspectiva de los empleados, la formación representa una oportunidad para crecer y mejorar su perfil profesional. Pero para las empresas, es la manera idónea de tener un equipo capaz de generar resultados sorprendentes, de enfrentarse a los desafíos actuales y, además, de fidelizar talento.
Y aquí surge la gran pregunta: ¿es posible lograr un equilibrio donde ambas partes se beneficien al máximo?
¿Por qué la formación es una necesidad para las empresas?
- Facilita la adaptación a los cambios tecnológicos: El avance tecnológico no se detiene, y las organizaciones deben estar preparadas para integrar nuevas herramientas y procesos; ya sea que se trate de IA, plataformas colaborativas, sistemas de automatización, entre otros.
- Aumenta la productividad: Como es lógico, la falta de conocimientos puede ralentizar los procesos y afectar los resultados. Por tanto, una formación adecuada ayuda a trabajar de manera más eficiente, reduciendo errores y maximizando el uso de los recursos.
- Ayuda a fidelizar el talento: ¿Sabías que los empleados valoran enormemente las oportunidades de desarrollo profesional? Una empresa que invierte en formación no solo atrae talento, sino que también fomenta el compromiso de sus plantillas y las fideliza.
¿Y qué hay de los empleados?
Para el talento, la formación es mucho más que aprender nuevas habilidades; es una forma de crecimiento personal y profesional, que contribuye a:
- Tener una mayor empleabilidad: El aprendizaje continuo asegura que los empleados estén al día con las demandas del mercado laboral, haciéndolos más competitivos y seguros de sus capacidades.
- Sentirse motivados y comprometidos: Sin duda, poder acceder a herramientas y conocimientos que ayuden a crecer, impacta directamente en el compromiso y el bienestar laboral.
- Contar con oportunidades de ascenso: La formación facilita a los empleados escalar a mayores niveles dentro de la empresa, accediendo así a roles más desafiantes y gratificantes.
¿Cómo apoyar la formación sin salirte del presupuesto?
Es posible que como responsable de Recursos Humanos o líder de equipos, te preguntes cómo puedes equilibrar las necesidades de formación con las limitaciones de presupuesto.
No te preocupes, te traemos buenas noticias: existen estrategias muy efectivas para fomentar el desarrollo sin gastar de más:
- Fomenta la formación interna: Los propios empleados pueden ser una fuente de conocimiento. Crear programas donde los expertos internos compartan sus habilidades con otros no solo es efectivo, sino también económico.
- Ofrece Pluxee Formación: Un cheque virtual que facilita el acceso a cientos de cursos donde tus empleados pueden adquirir y consolidar competencias. Si lo ofreces mediante la retribución flexible, no tendrás incremento en los costes y tus empleados se beneficiarán de una exención fiscal del 100% en este servicio.
- Utiliza plataformas digitales: Hoy en día existen innumerables recursos online accesibles y de alta calidad que permiten a los empleados aprender a su propio ritmo.
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En busca de un enfoque personalizado…
Cada empresa es única, y por tanto, sus necesidades de formación también lo son. Personalizar los programas de desarrollo asegura que las iniciativas sean relevantes y efectivas tanto para ti como para tus empleados.
Pero… ¿cómo diseñar un plan formativo que funcione?
- Escucha a tu equipo: ¡Fundamental! Puedes realizar encuestas o entrevistas para entender qué habilidades desean desarrollar. Ten en cuenta que involucrar a los empleados en este proceso aumenta su compromiso y la efectividad de los programas.
- Define objetivos claros: Determina cómo la formación contribuirá a los objetivos generales de la empresa. Esto asegura que cada esfuerzo tenga un impacto medible y que se alineen los intereses de los empleados con tus necesidades.
- Propón planes flexibles: No todos los empleados tienen el mismo ritmo o estilo de aprendizaje. Diseñar planes adaptables permite que cada persona avance de manera efectiva y constante.
¡Ojo! Si tienes empleados de distintas generaciones, presta atención.
En equipos con miembros de distintas edades, los líderes o responsables de Recursos Humanos deben considerar esas diferencias generacionales al diseñar los programas de formación. Sabemos que, por lo general…
- Generación Z: Valoran la tecnología y los formatos de aprendizaje interactivos.
- Millennials: Prefieren una formación que combine objetivos profesionales con propósitos personales.
- Generación X y Baby Boomers: Aprecian el aprendizaje estructurado y el apoyo práctico para aplicar nuevas habilidades.
Si integras estas perspectivas en tu estrategia no solo mejorarán los resultados, sino que también se fortalecerá la colaboración intergeneracional.
Ni 100% presencial ni full remoto: hacia un modelo híbrido.
El modelo híbrido, que combina formación presencial y online, se está consolidando como el favorito tanto para empleados como para empresas. Este enfoque flexible permite aprovechar lo mejor de ambos mundos: la interacción cara a cara y la accesibilidad de los recursos online.
¿Tu empresa está lista para abrazar este modelo? Adaptarse a esta tendencia podría marcar la diferencia en la experiencia de aprendizaje de tu equipo.
Ahora sí, ¡acción!
Ya sabes, la pregunta no es si deberías invertir en formación, sino cuándo y cómo empezar. Cada paso hacia el aprendizaje continuo es un paso hacia una organización más fuerte, resiliente e innovadora.
¿Estás listo para liderar este cambio? Recuerda: la formación no es solo una inversión en tus empleados; es una inversión en el futuro de tu empresa. Tomar acción hoy puede marcar la diferencia mañana. ¡El futuro está en tus manos!
Guía | Formación, una herramienta clave en tu empresa
La mejor fórmula para fidelizar y desarrollar el talento, controlando los costes.