Loud quitting o renuncia ruidosa: ¿por qué es tan peligrosa y cómo puedes afrontarla?

Loud quitting o renuncia ruidosa: ¿por qué es tan peligrosa y cómo gestionarla en la empresa?

18 Noviembre 2024

Imagina que uno de tus empleados se siente insatisfecho con ciertas decisiones, políticas o visión de la empresa y expresa sus quejas a viva voz en una reunión, o bien, en un post de LinkedIn. Un escenario poco atractivo, sin duda. Pues estás ante un claro ejemplo de loud quitting: la renuncia ruidosa. Un fenómeno cada vez más frecuente en el ámbito laboral que, lejos de ser una simple dimisión, está cargado de ruido y puede ocasionar tanto tensiones internas como riesgo reputacional para la empresa.

Pero ¿por qué ocurre? ¿Cómo puedes evitarlo? Si eres responsable de Recursos Humanos o lideras un equipo, sigue leyendo. Vamos a explicar cómo prevenir este comportamiento, gestionar sus consecuencias y convertirlo en una oportunidad para mejorar tu marca empleadora.

¿Qué es el loud quitting y por qué es tan peligroso?

A diferencia del quiet quitting —esa “dimisión silenciosa” que consiste en un desapego progresivo de los empleados y que los lleva a hacer lo mínimo indispensable—, el loud quitting es ruido, exposición y puede traer consigo consecuencias inmediatas.

Cabe señalar que los empleados que optan por el loud quitting no solo abandonan su puesto de trabajo, sino que dejan claro públicamente por qué lo hacen. Redes sociales, foros internos e incluso reuniones con compañeros se convierten en sus altavoces.

Y, aquí viene el gran desafío: el impacto no es solo interno. Un empleado que hace público su descontento puede dañar la moral del equipo, rebajar el interés de los potenciales candidatos y afectar la confianza de los clientes. 

Así es, un comentario viral puede costar mucho más de lo que imaginamos. Pero, para poder evitarlo, debemos entender sus motivaciones. Veamos entonces qué puede provocar este tipo de comportamientos. 

Las causas detrás del loud quitting

Detrás de este fenómeno no existe un factor, sino varios. Y aunque cada caso es diferente, hay patrones que se repiten con frecuencia. Así que veamos algunas de las principales razones: 

  • Falta de reconocimiento. Cuando los esfuerzos no son valorados, los empleados suelen perder la motivación, lógicamente.

  • Mala comunicación. Si no hay canales efectivos para expresar las inquietudes, las frustraciones pueden acumularse.

  • Ambiente laboral complicado. Cuando el ambiente laboral no es sano, los empleados suelen buscar distintas maneras de desahogarse.

  • Incompatibilidad con valores personales. Sobre todo las nuevas generaciones, como la Generación Z, priorizan que las empresas respeten sus valores.

Ejemplos de loud quitting (y sus lecciones)

  • Un post viral en redes sociales. Una empleada publica en LinkedIn un mensaje: "Renuncio porque aquí mi salud mental no importa". El post recibe miles de reacciones y comentarios. El daño a la marca empleadora fue tal, que la empresa tuvo que lanzar un comunicado.

    Lección: La salud mental es crucial, así como escuchar y actuar preventivamente.

  • Quejas públicas en una reunión. Un miembro de un equipo decide renunciar en plena reunión general, criticando la falta de transparencia de la dirección. Este acto genera incomodidad entre los asistentes y repercute en la moral del equipo.

    Lección: La comunicación regular y auténtica es clave para generar confianza. Recuerda que la transparencia no es opcional.

  • Reseñas negativas en plataformas laborales. Un exempleado escribe una reseña negativa en Glassdoor y/o en Infojobs y se vuelve tendencia en X.

    Lección: Tus empleados actuales son tus mejores embajadores. Si fallas en cuidar su paso por la empresa, se pueden convertir en detractores.

Cómo prevenir el loud quitting: acciones prácticas

Ahora la buena noticia: sí puedes prevenir el loud quitting. Aquí te dejamos algunas estrategias efectivas.

  1. Establece una escucha activa. ¿Tienes canales de feedback abiertos y confidenciales? Crear espacios de diálogo, como encuestas anónimas, reuniones individuales o foros abiertos, permite identificar problemas antes de que escalen.
  2. Invierte en el bienestar de tu plantilla. Un empleado que se siente cuidado difícilmente recurrirá al loud quitting. Considera ofrecer beneficios sociales, flexibilidad horaria, acceso a programas de bienestar o un modelo híbrido de trabajo.
  3. Reconoce sus logros. El reconocimiento no siempre requiere grandes gestos. A veces, un simple agradecimiento sincero o destacar un buen trabajo en equipo puede marcar la diferencia.
  4. Sé transparente. La falta de información genera incertidumbre y desconfianza. Comparte con tu equipo los objetivos, retos y logros de la empresa. Una cultura basada en la transparencia es una cultura sólida.
  5. Alinea valores y propósitos. Hoy más que nunca, los empleados quieren trabajar en empresas que compartan sus valores. Refuerza tu propósito como organización y demuestra que actúas conforme a él. ¿Tu empresa es sostenible, inclusiva y ética? ¡Hazlo visible!

Del reto a la oportunidad: el siguiente paso del loud quitting

Aunque puede parecer una amenaza, el loud quitting también es una llamada de atención. Cada comentario, queja o crítica ofrece información valiosa sobre lo que no está funcionando dentro de la empresa. 

En lugar de ver estas situaciones como un ataque, es importante abordarlas con apertura y disposición para mejorar. Identificar patrones y realizar cambios demuestra a los empleados actuales que sus preocupaciones son tomadas en serio y que la empresa está comprometida con su bienestar. Recuerda que cada crítica, aunque dolorosa, puede transformarse en una mejora que beneficie al resto del equipo. Está en nuestras manos hacer del loud quitting una preocupación del pasado.

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