motivos para denegar la reducción de jornada en la empresa

Motivos para denegar la reducción de jornada en una empresa

18 Abril 2025

Dentro de la legislación laboral hay muchas leyes que protegen a los trabajadores y buscan que estos sean capaces de conciliar su vida familiar con su vida profesional lo mejor posible. Una de estas leyes es la reducción de jornada.

Sin embargo, no siempre es posible conceder esta solicitud. ¿Cuándo no es viable una reducción de jornada? Te lo contamos en el siguiente post.

¿Qué es la reducción de jornada y en qué circunstancias se aplica?

La reducción de jornada es un derecho que hace posible que alguien de tu equipo ajuste su horario laboral, disminuyendo el número de horas trabajadas al día o a la semana, sin perder su contrato. En España, esta medida está regulada por el Estatuto de los Trabajadores y puede aplicarse en diferentes circunstancias, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales. Entonces, ¿cuándo se puede solicitar una reducción de jornada? Pues bien, existen varios escenarios en los que alguien puede pedir dicha reducción:

  • Por el cuidado de hijos menores de 12 años.
  • Por tener que cuidar a un familiar de hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad.
  • Reducción de jornada por cuidado de mayores.
  • Lactancia.
  • Víctimas de violencia de género o terrorismo.

El proceso para solicitar una reducción de jornada es bastante sencillo y es el talento quien deberá solicitarlo con antelación, dando indicaciones sobre la duración de la reducción y la concreción horaria deseada. Luego, simplemente es tu responsabilidad como responsable de recursos humanos el analizar la viabilidad de dicha solicitud. Si bien la ley protege este derecho, hay circunstancias en las que se puede denegar la solicitud. Te decimos cuáles son en la siguiente sección.

Motivos legales para denegar la reducción de jornada

Los motivos legales por los cuales se puede denegar una solicitud de reducción de jornada son:

Solicitud fuera de los supuestos legales

El talento solo puede solicitar una reducción de jornada en casos específicos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores. Si la petición no encaja en estos supuestos, la empresa tiene base legal para rechazarla.

Incompatibilidad con el funcionamiento de la empresa

Uno de los principales motivos para denegar una reducción de jornada es que la solicitud suponga un grave perjuicio para la operativa del equipo. Aunque el derecho a la reducción es prioritario, la empresa puede justificar su negativa si se demuestra que la reorganización del trabajo resulta inviable.

Conflicto con otros derechos de la plantilla

Si la concesión de la reducción interfiere con derechos adquiridos por otros miembros del equipo o genera un trato desigual, se puede denegar la petición. Esto es, por ejemplo, cuando varias personas del mismo departamento solicitan ajustes de jornada al mismo tiempo.

Falta de justificación documental

En algunos casos, es necesario presentar documentación que acredite la necesidad de la reducción de jornada. Si el talento no aporta la información requerida o hay dudas sobre su veracidad, la empresa tiene derecho a denegar la solicitud hasta que se aclare la situación.

Fraude de ley o abuso del derecho

Si la empresa detecta que la solicitud de reducción no responde a su finalidad legal, sino a otros intereses personales o laborales (por ejemplo, trabajar en otro empleo sin autorización), tiene derecho a denegarla.

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Redacción de una carta de denegación de reducción de jornada

Si decides denegar una solicitud de reducción de jornada, es necesario que logres comunicarlo de manera clara, profesional y justificada. Una carta bien estructurada no solo refuerza la transparencia en la gestión de talento, sino que también sirve para prevenir posibles reclamaciones legales. Entonces, para que la carta de denegación sea efectiva, ten en cuenta los siguientes puntos clave:

  • Identificación de tu compañía y del talento que presentó la solicitud.
  • Fecha y detalles de la petición original.
  • Explicación clara y objetiva de las razones legales u organizativas por las que no se puede conceder la reducción de jornada.
  • Mención de la normativa aplicable o de los criterios organizativos que justifican la negativa.
  • En caso de ser posible, proponer otras soluciones como ajustes en el horario sin reducción de jornada.
  • Despedida cordial y disposición para resolver cualquier duda.

Consecuencias de denegar una reducción de jornada

Está claro que denegar una solicitud de reducción de jornada no solo impactará en la plantilla, sino que también podría generar repercusiones legales y afectar el clima organizacional. Por eso es tan importante evaluar a detalle cada caso y asegurarse de que la decisión esté respaldada tanto por la normativa como por razones organizativas justificadas.

Las repercusiones legales que podría haber son:

Reclamaciones judiciales

Si la persona afectada considera que su derecho ha sido vulnerado, puede impugnar la decisión ante los tribunales. En España, las solicitudes de reducción de jornada por cuidado de hijos o familiares están protegidas por el Estatuto de los Trabajadores, lo que significa que una negativa injustificada podría derivar en una demanda.

Indemnizaciones y sanciones

Si un tribunal determina que la denegación ha sido arbitraria o discriminatoria, la empresa podría enfrentarse a indemnizaciones económicas o incluso sanciones por vulneración de derechos laborales.

Nulidad del despido

Si tras la denegación de la reducción de jornada se produce un despido, este podría ser declarado nulo si el talento demuestra que la decisión estuvo relacionada con la solicitud. Luego la empresa sería obligada a readmitir a la persona y abonarle los salarios no percibidos.

Intervención de la Inspección de Trabajo

Si se detecta un incumplimiento de la normativa, la Inspección de Trabajo actuaría de oficio o tras una denuncia, lo que podría derivar en sanciones administrativas para la empresa.

Repercusiones organizativas y éticas

Desmotivación y pérdida de compromiso

Negar una reducción de jornada sin una justificación clara afecta la moral del talento y su compromiso con la empresa. Una persona desmotivada reduce su rendimiento y busca nuevas oportunidades laborales.

Deterioro del clima laboral

Si la plantilla percibe que la empresa no facilita medidas de conciliación, se generará malestar generalizado, afectando la confianza y la percepción de la organización como un lugar de trabajo flexible.

Daño a la reputación corporativa

Hoy en día, las políticas de conciliación laboral son un factor clave en la imagen de una empresa. Una decisión mal gestionada podría repercutir en la reputación de la compañía, especialmente en plataformas de empleo y redes sociales.

Fuga de talento

La falta de conciliación podría llevar a la salida de profesionales cualificados en busca de empresas que ofrezcan mejores condiciones. Lo cual no solo afecta la logística de la empresa y el funcionamiento normal, sino que también implica costes de contratación y capacitación.

Conclusión

En resumen, negar una reducción de jornada es una decisión que debe tomarse con mucho cuidado, siempre asegurándote de que esté respaldada por razones legales y organizativas. Una gestión transparente y bien comunicada evita conflictos y mejora la relación con los trabajadores. 

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