Principales diferencias entre la retribución flexible y los beneficios sociales

En las últimas décadas en lo que se refiere la captación y retención de talento de los empleados, además de la remuneración, cada vez tienen mayor relevancia otros agentes que inciden directamente la satisfacción del equipo de trabajo de una empresa. Aquí, aspectos como las facilidades de conciliación, un buen clima laboral o los programas de beneficios sociales o Retribución Flexible adquieren un protagonismo clave para muchos empleados.

Centrándonos en estos dos tipos de planes, aunque bien es cierto que tienen ciertas similitudes, también conviene aclarar que existen diferencias entre las modalidades de servicios de beneficios sociales y la Retribución Flexible. Por ello, resulta importante explicar detenidamente en qué consiste y cómo funciona cada uno de ellos, para analizar cuál es el que se adapta más a las necesidades de cada empresa.

Las diferencias más destacadas entre los beneficios sociales y la Retribución Flexible

Son más las cosas que los unen que las que los separan, pero existen algunas diferencias sustanciales entre los beneficios sociales y la Retribución Flexible. Ambos programas de retribución son parte de una cultura de empresa que persigue la satisfacción y motivación de los empleados facilitándoles el acceso a servicios cotidianos y útiles en el día a día de los trabajadores, que además les aportan un ahorro sustancial gracias a que, al estar exentos de IRPF, maximizan su salario neto anual.

Beneficios sociales

A través de los beneficios sociales, el empleado tiene la posibilidad de acceder a servicios y bienes como retribución en especie, de manera que complementan su sueldo. Es la propia empresa la que asume el coste de estos servicios, siendo totalmente gratuitos para los empleados. Dentro de los beneficios sociales más populares podemos encontrar la tarjeta restaurante, el cheque guardería, la tarjeta de transporte o el cheque formación, entre otros. Todos ellos disponibles para las empresas a través de Pluxee.

Retribución Flexible

Una vez diseñado el plan de Retribución Flexible por parte de la empresa, son los propios empleados quienes deciden destinar, de manera voluntaria, hasta el 30 % de su salario bruto anual a los servicios que se encuentren dentro de dicho programa, como pueden ser el transporte, la comida diaria en restaurantes, guardería, formación… El mayor beneficio de este modelo es que permite maximizar el salario neto de los trabajadores sin que la empresa incurra en mayores gastos.

Tanto en los programas de beneficios sociales como en los de Retribución Flexible es la propia empresa la que configura la cartera de servicios que decide ofertar a sus empleados.

Viendo las definiciones de cada uno de estos planes, podemos deducir que las principales diferencias existentes entre los beneficios sociales y la Retribución Flexible son las siguientes:

• Una de las diferencias más significativas entre estas dos formas de retribución es el coste que supone para el empleado. Mientras que los beneficios sociales son una remuneración por encima del sueldo del trabajador y es la empresa la que asume la totalidad del coste de los servicios, en la Retribución Flexible se destina parte del salario del empleado al pago de los servicios que este elija, pero por un precio inferior al del mercado. Los productos a ser percibidos en especie, en el caso de la Retribución Flexible, son a elección del profesional y, como resultado, el trabajador verá aumentado su salario neto.

• Los beneficios sociales suelen aplicarse a toda la plantilla, mientras que la Retribución Flexible es voluntaria para el trabajador y es este quien decide si quiere que se destine parte de su salario al acceso a servicios a menor coste o prefiere que su salario sea íntegramente monetario.

• Otra de las diferencias es que los beneficios sociales tributan a la Seguridad Social y la Retribución Flexible no.